lunes, 1 de septiembre de 2008

Resignificar lo local para cohesionar lo social


Marco histórico:

La topología de los pueblos del sur de Santa Fe responde al trazado de una red ferroviaria y vial subyacente. La traza del ferrocarril respondía originalmente a dos requerimientos, uno económico-productivo, propio de la actividad de la región, y el otro de índole tecnológico, la provisión de agua potable para las máquinas de vapor.
Si bien el primer presupuesto se mantiene, aunque haya mutado desde una actividad primordialmente ganadera hacia una mayoritariamente agrícola, el segundo requerimiento ha caducado en concordancia con el avance tecnológico, no solo de los ferrocarriles sino de todo el tejido conectivo de la región.
Desde este punto de vista podemos concluir que muchos asentamientos poblacionales localizados de la región respondieron a una necesidad tecnológica que hoy se ve superada en la medida que las tecnologías se hacen mas autónomas de lo humano y es por eso que es imperioso rediscutir la coordinación de “lo tecnológico” con “lo humano”.

Discusión

Lo que se trata de determinar es la posibilidad con que cuentan los pueblos del sur de Santa Fe para sostenerse en el tiempo. ¿Puede el avance tecnológico desterrar comunidades que llevan más de tres generaciones en los asentamientos poblacionales del Sur de Santa Fe?
En la década de los noventa se hablaba de sustentabilidad económica, en ese momento la pregunta que no fue, es: ¿Pueden sostenerse asentamientos poblacionales y plantas administrativas que no son económicamente viables?
O reformulando la pregunta ahora desde el social ¿Hasta que punto se deben implementar políticas públicas para incentivar la radicación poblacional en sus asentamientos originarios?
Las tres preguntas apuntan al mismo problema desde tres miradas diferentes: la tecnología, la economía y la social. Las políticas públicas que se diseñen para palear esta problemática deberán satisfacer, como mínimo, las tres cuestiones si lo que se pretende es que los asentamientos poblacionales locales sean sostenibles en el tempo.
De esta manera, agotada la etapa diagnóstica, se podrán implementar políticas públicas que posibiliten la cohesión y la integración regional y a partir de un mismo corpus se podrán ir resolviendo estas cuestiones hacia lo social, lo cultural, lo económico, incluso hacia una plataforma de infraestructura apropiada para nuestro sur santafesino.
Ejes del debate.

Analizar la matriz de interacción entre los diferentes actores locales, no solo desde el punto de vista económico sino desde todo el arco de posibilidades de intervinculación que brinda la región.
Hacer una minuciosa consulta desde lo local a fin de tener una visión intrínseca de las diferentes miradas que las comunidades se dan para sí y para el resto de la región
Distribuir la centralidad de la región a partir de las capacidades y fortalezas propias de los asentamientos locales menos centralizados. Una mayor solicitud-respuesta de sus propias capacidades posibilitará una mayor descentralización regional
Hacer uso de las tecnologías de comunicación, información y coordinación de recursos y disponibilidades a fin de optimizar el funcionamiento de la región como conjunto.
Establecer mecanismos de alfabetización comunitaria para posibilitar la incorporación de “lo regional” como única posibilidad de sustentabilidad de “lo social”.
Análisis en profundidad

1 Analizar la matriz de interacción entre los diferentes actores locales, no solo desde un punto de vista económico sino desde todo el arco de posibilidades de intervinculación que brinda la región.

Toda estructura social tiene una porción visible y otra que permanece oculta y que se hace necesario sacar a la luz a fin determinar el funcionamiento de los procesos y acciones que tienen lugar en la misma.
A tal fin se deberá establecer la topología de funcionamiento de la matriz social de la región en donde se registrarán las interacciones típicas que llevan adelante los diferentes actores sociales. Concibiendo la región como un gran escenario en donde cada comunidad puede desarrollar sus potencialidades, interactuando con sus vecinos, superando los vicios que han determinado que cada comunidad actúe por si misma desde lo individual, desafiliándose de lo regional.
Desde ese punto de vista, se deberán tener en cuenta análisis tales como: las posibilidades de incorporación de nuevas tecnologías, las capacidades de infraestructura de servicio, la distribución de la tierra, la distribución de asentamientos entre rurales y urbanos, las necesidades básicas insatisfechas y la diversidad de las actividades económicas.
A partir de estos análisis se elaborarán matrices e índices que posibiliten, no solo la visualización de la actividad de la región, sino que también hagan posible su seguimiento a través del tiempo.

2 Hacer una minuciosa consulta desde lo local a fin de tener una visión intrínseca de las diferentes miradas que las comunidades se dan para sí y para el resto de la región.



Mas allá de la evaluación que se haga (punto 1), todo relevamiento de datos debe ser referenciado desde lo local. Así los datos que se obtengan no serán datos fríos, sino que serán datos que posibiliten su proyección hacia el futuro desde lo social.
Cada comunidad debe desplegar en público su percepción del conjunto regional y de sí misma. Esta es la única forma de asegurar la pertenencia a un proyecto regional. El consenso, en este sentido, toma estatura institucional. A mayor participación mayor representación.
De esta forma cada comunidad individual se valerá del derecho a veto si no se siente representada de lo que se resuelva dentro de ese consenso regional. Si éste no se da, deberán existir los mecanismos políticos a fin de que se puedan rever las posturas y se posibilite la inclusión de la totalidad de las comunidades dentro de las resoluciones colectivas.
Es necesario superar el anclaje territorial y empezar a hablar de anclajes locales, esto es, comunidades basadas en los actores y sus relaciones, sus identidades, el capital social y sus interacciones, en donde es posible la migración y el devenir contingente, superando de esta manera en asentamiento físico. El migrante es un ser que va cambiando, es un ser que “no es” en el sentido tradicional, pero que deviene en la identidad que transita.
La región es una sola y como propiedad común deberá ser vista desde esa óptica, con recursos limitados, infraestructura limitada, capital social limitado, desarrollo dispar, polarizaciones diversas, verticalizaciones funcionales. En la medida en que cada integrante de la región pueda ver en el otro una posibilidad de desarrollo regional y no un competidor a batir, el desarrollo global no será posible. En este caso la desafiliación del punto uno será inevitable.

3 Distribuir la centralidad de la región a partir de las capacidades y fortalezas propias de los asentamientos locales menos centralizados. Una mayor solicitud-respuesta de sus propias capacidades posibilitará una mayor descentralización regional.

Distribución es sinónimo de balanceo en los esfuerzos y acciones que se llevan a cabo en la región. Ese equilibrio es el que posibilitará la sutentabilidad a los diferentes actores y por ende a los asentamientos locales que representan.
La carga desproporcionada de esfuerzos provoca tensiones y la consecuente deserción del proyecto comunitario, es por eso que propiciar a la equiparación de las cargas sociales, así como tender a la paridad entre agentes posibilitará la cooperación que solo se logra cuando la distancia entre los mismos se minimiza.
Para salvar esas distancias se deberá echar mano de los recursos tecnológicos y de capital social existentes entre los diferentes actores. Se deberá hacer una fuerte inversión en el desarrollo de innovaciones tecnológicas que tiendan a equiparar a los mismos y que los yergue como actores socialmente activos, especialmente a los sectores mas postergados, provocando así su inclusión regional y social.
De la mano de la innovación y de la incorporación tecnológica se deberán establecer políticas públicas de formación de capital humano para asistir a dichas tecnologías. La tierra y el territorio como soporte de una comunidad pierde significado con el avance de las tecnologías.
Se hace imprescindible encarar un proceso de desarrollo e innovación tecnológico para la región si se quieren salvar las distancias que separan las diferentes comunidades.

4 Hacer uso de las tecnologías de comunicación, información y coordinación de recursos y disponibilidades a fin de optimizar el funcionamiento de la región como conjunto.

Una integración regional es posible solo si se optimiza la capacidad instalada. No estamos en momentos refundacionales, además carecemos de recursos. La verdadera innovación viene de la mano del saber aprovechar lo que disponemos y a partir de hacerlo poder coordinar las acciones en función de una optimización de los recursos existentes.
Las TIC (tecnologías de comunicación e información) tienen un lugar de preponderancia en las posibilidades de asentamiento de otras tecnologías. Sin una estructura de comunicación de soporte, se hace prácticamente imposible la interacción entre los diferentes actores sociales de la región.
Una estructura más interactiva posibilitaría una mayor eficiencia en el uso de los recursos de la región y por ende una planificación más acorde con sus posibilidades.
Los acuerdos bilaterales y/o multinaturales entre los actores son los que posibilitarán la eficiencia en la medida que se eche mano de la capacidad instalada y ociosa en muchos casos. Por eso un recurso como la vivienda, faltante en muchos municipios, no es un bien escaso en otros, ya que en estos últimos existe infraestructura edilicia abandonada o no utilizada como bien social.
Mayor coordinación significa mayor inteligencia al servicio de la optimización de recursos existentes. En este sentido se necesita un lenguaje capaz de llevar a cabo esa coordinación. El desarrollo de programas de producción, coordinación, información y formación, a través de la herramienta informátic,a se hace imprescindible a la hora de construir puentes entre los diferentes actores.

5 Establecer mecanismos de alfabetización comunitaria para posibilitar la incorporación de “lo regional” como única posibilidad de sustentabilidad de “lo social”.

Todas estas innovaciones tienen su origen o destino, como se vio, en las tecnologías, y para implementarlas es necesario un cambio radical desde desde lo local, desde las expectativas que tienen los actores para su futuro.
Un futuro incierto conduce a crisis, por eso políticas públicas de transferencia de información y tecnología se hacen imprescindible para poder modificar paradigmas culturales arcaicos que solo provocan el aislamiento.
La necesidad de sustentabilidad pone en jaque a las posturas individualistas que nos ha dejado como herencia la década de los noventa. La desafiliación provocada por el proceso de individuación libra a su buena fortuna a los diferentes actores sociales.
Caduco el modelo colectivo, los actores, esta vez individualmente, deben atender su participación social erigiéndose como empresas unitarias, lo que significa entrar en un mercado de competencia entre pares, entre los que desde siempre han sido sus colaboradores, la comunidad.
La institucionalidad participativa y democrática es necesaria para que la depredación y el canibalismo no terminen con todos. Para ello un cambio en la forma de encarar la empresa se hace imprescindible. Una alfabetización comunitaria deberá echar raíces en donde, no solo los actores individuales aprehendan una nueva forma de interacción social, sino que las instituciones sociales así como las empresas y sus empresarios puedan hacer conciencia de que lo social es el objeto de toda acción empresarial.



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